Saludos. En las tres experiencias que se presentan un elemento central que orienta el diseño del proceso de incidencia, está relacionado con la focalización del objetivo central que se persiguió con la incidencia, el cual se deriva de un diagnóstico apropiado sobre las limitaciones u obstáculos presentes en las decisiones de la instancia del sistema internacional de derechos humanos a la cual se acudió y/o en la aspiración que se planteó lograr. En los 3 casos la precisión del propósito central permitió, además de identificar claramente los obstáculos a remover para su logro, definir el conjunto de acciones requeridas para alcanzarlo, identificando cuáles eran los posibles bloqueos, resistencias o acciones contrarias que podían estar presentes para impedir el logro del objetivo. Esto fue muy evidente en le proceso de incidencia para la creación del mecanismo de investigación de violaciones a derechos humanos en el seno del Consejo de DH de las Naciones Unidas. Para ello quienes diseñaron la incidencia identificaron a los actores decisores y también a aquéllos que se oponían al logro del objetivo central, precisando los argumentos que buscaban impedir decisiones favorables y diseñando tanto narrativas proclives a su favor como acciones específicas de lobby ante tales actores decisores. En los 3 casos hubo que convencer decisores con base a informes fundamentados y concisos que no se prestaran a dudas y se sustentaran, en lo posible, en fuentes de información lo más confiables y veraces. Incluso, en el caso de la Comisión Interamericana de DH la incidencia debió contrarrestar la tesis que no se podía elaborar informes dado que no se podía realizar visita in loco al país. Tres requisitos fundamentales se perciben en el diseño de tales procesos de incidencia, por un lado, la sólida sustentación de los planteamientos que se presentan [informes, relatos, testimonios…]; la selección apropiada de la instancia del sistema internacional de derechos humanos en la cual se aspira incidir con el respectivo conocimiento de sus mandatos, procesos y actores decisores y; la focalización apropiada y correspondiente de objetivos y estrategias para viabilizar la incidencia buscando la mayor suma de respaldos favorables y la posible neutralización o contención de actores que buscaran impedir la incidencia. Incluso, el seguimiento y la evaluación de los resultados alcanzados permitió, en uno de los casos, insistir en la estrategia de incidencia incorporando los ajustes derivados de la evaluación realizada, posibilitando el logro del objetivo planteado. Nelson Freitez